El Dr. Carlos Berbara alertó sobre los efectos de las adicciones en el funcionamiento psíquico y puso en duda la idoneidad de funcionarios que no buscan tratamiento.
Endiálogo con EL EXPLORADOR, el médico psiquiatra Carlos Berbara planteó con claridad los riesgos que implican las adicciones, no solo para la salud individual, sino también en el ejercicio de funciones públicas. El disparador fue la propuesta de exigir estudios médicos, incluso rinoscopías, a quienes aspiren a cargos estatales, algo reflotado por el exlegislador Héctor Maya.
“El consumo de sustancias, desde el alcohol hasta las más pesadas como la cocaína, afectan la memoria, la atención, la concentración y las funciones ejecutivas”, advirtió Berbara. Y agregó: “Una persona bajo los efectos de la intoxicación aguda claramente tiene severas dificultades para organizar sus procesos psíquicos”.
El psiquiatra, que fue director de Salud Mental de Entre Ríos, sostuvo que incluso durante la abstinencia persisten efectos “que afectan la capacidad de análisis crítico y toma de decisiones”. Por eso, subrayó que “una persona enferma de adicciones no está lúcida ni para ejercer el control mismo de su persona, mucho menos para tomar definiciones que atañen al resto”.
Consultado sobre si un funcionario en esa situación debería seguir en su cargo, Berbara fue claro: “Primero hay que tratarse y recuperarse. Si decide no hacerlo, claramente va a tener dificultades en el cumplimiento de sus responsabilidades”.
Finalmente, dejó un mensaje esperanzador sobre la rehabilitación: “Nunca está perdido el tiempo a la hora de iniciar un tratamiento. Pero si lo que le ofrecemos al cerebro son sustancias tóxicas permanentemente, trabajamos en contra de su capacidad de regenerarse”.