Comienzan a hacerse los análisis de las últimas cuatro provincias, que conjuntamente con las que anteriormente habían adelantado su caudal o cronograma electoral, se puede llegar a una conclusión que es muy fuerte.
Léase, el enorme caudal de personas que decidieron no participar de las elecciones en esas provincias, como así también el incremento abismal que se ha dado en el voto en blanco. Esto significa que en algunas de las provincias orilló casi el 48% entre personas que no votaron y personas que fueron y emitieron su voto en blanco, una clara expresión hacia la política, una clara representación de no sentirse justamente representados, la sociedad, por la oferta electoral. Si a esto uno le suma algunos pequeños porcentuales de votos que traccionar, por ejemplo, la tercera fuerza que empieza a cobrar más vida que nunca, y esto es una opinión, como la que encabeza Javier Millei, podríamos decir que todo el caudal de las provincias que no votaron pueden ser directamente proporcionales al caudal político electoral que pueda llevar a alzarse como botín de estas elecciones el candidato de la libertad de avanza. ¿Por qué?
Porque no es muy difícil entender que la situación económica está hackeando y empobreciendo a lo poco que queda de la clase media, porque está claro que ni siquiera los planes sociales le alcanzan a la gente para comer una semana, porque el nivel de caída libre que tiene el país no se vio en toda su historia. Pero además las proyecciones de acá a fin de año son aún más aterradoras, donde los proyectos más leves de inflación no van a descender del 8%, y esto significa más un empobrecimiento en una sociedad que está adormecida, entre comillas, o muy bien pagada para que esté adormecida, de distintos sectores empresariales adictos a la caja del Estado, ni hablar de los sindicatos, etcétera, etcétera. ¿Por qué digo esto? Porque el caudal electoral del único que como revancha está viendo que puede llegar a representar a la gran mayoría de los argentinos en su hastío, hartazgo, en su necesidad imperiosa de recomposición salarial, de bienes, de servicios, de trabajos dignos, de que el dinero alcanza, que les dice que el ajuste no lo van a pagar incluso estos que se están hablando, es el candidato de la ultraderecha. Cerrando el Banco Central, proponiendo desdolarizar, cortando con los curros de la casta, estoy hablando de las propuestas que emanan a nivel televisivo de Javier Millei, reducción del Congreso, próxima reforma laboral, corte de los planes sociales en materia de tercerizaciones, corte de la obra pública para que se pase a manos privadas y cortar la caja de financiamiento de la política, etcétera, etcétera. Es el único que te dice que el ajuste lo va a pagar la clase dominante y no el resto de la sociedad ante un panorama que es económicamente el peor que ha tenido la Argentina.
Esas elecciones ya habían sido muy bien avizoradas por la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner que se retira de este cuadro electoral, le exige a los gobernadores que haya un colegio de gobernadores para determinar cuál es el candidato de mejor oferta para las próximas elecciones en un hervidero mecánico ya de la situación en materia de crisis social y económica para ella no tener que estar enmascarando la famosa frase de la mariscal de la derrota quien hace tres meses atrás había dicho nosotros tenemos que juntarnos todos para prepararnos para saber si entramos al balotaje. Esto es del lado del oficialismo. Hoy creo que, con la perspectiva a seis meses, con lo que está sucediendo en las elecciones, con el voto que nadie mesuró, que es el voto bronco que se viene dando la Argentina, está todo dado para que se patee el tablero de una manera descomunal, por paliza, por parte de la oposición, se sabe cómo se sabe.
En él mientras tanto, en el Junto por el Cambio, se avecinan primero en el día de mañana lo que es el cierre de las coaliciones. Ahí se va a saber si frente de todo se va a seguir llamando así comunidad ciudadana, el oficialismo buscará el nombre que quiera ponerle, aglutinará a los partidos políticos que crea pertinentes. Lo propio Horada, junto por el cambio, cambiemos, rehagamos el cambio, bichemos, juntemos. Todo esto se va a definir mañana, porque la justicia electoral cierra el tema de los plazos en materia de acuerdos de coaliciones. Y se va a saber si gana la postura de Horacio Rodríguez Larreta, junto con Stolbize, Lousteau, Morales, Junto por el Cambio de ampliar la coalición y darle entrada, por ejemplo, a los gobernadores justicialistas como Schiaretti, probablemente el actual gobernador de la provincia de Santa Fe, Perotti, etc., para también sumarlos en el caudal electoral.
He dicho que la pata Alcona, comandada por Patricia Bullrich, y todo lo que es la dirigencia que se encolumnó detrás de lo que fue el gobierno de Mauricio Macri, no quieren saber nada porque entienden, por más que no esbocen las razones, que, si eso sucede, se quiebra junto por el cambio y se van todos los votos hacia una tendencia de centro-derecha, mejor dicho, se pueden transferir esos votos desde una propuesta de centro-derecha a una derecha mucho más fuerte como la que propone mi ley. Entonces la situación está realmente muy caliente en materia política electoral. Uno, defenestrando la casta política y culpándolo de todos los males de los argentinos, la sociedad ya indicando en nueve a diez provincias, porque hubo elecciones también legislativas en caso de corriente, de que el nivel de rechazo es elevadísimo. Pingües porcentuales de algunos caudillos que representaban a mi ley, sin que esté entre los cuartos puros porque es solamente cantidad presidencial, que pueden sumar a ese desgano, a esa propuesta de patear el tablero. Y perspectiva que son peores aún, no solamente de acá a fin de año de este gobierno, sino de los otros frentes que te dicen, esto está todo para el demonio, hay que barajar y darle nuevo.
El tembladeral del miedo que esto produce es enorme, muy grande. Y la sociedad está diciendo, señores, esta industria de clases predominantes y después de ahí para abajo todo el mundo arrodillado, está llegando a su fin. Quien quiera leerlo, que lo lea, y si no de acá a diciembre, si uno que está frente a esta Cámara se equivoca, también se lo haré saber. Pero día que pasa, día que abran las matemáticas, uno observa que desde el nivel social hay un a mí no me vas a hacer pagar el ajuste, hacerte cargo de los desmanes que hicieron. Empresarios adictos al poder, a la caja pública, políticos, transas, curros, corrupción. Eso está llegando a un fin de ciclo. Después vendrán los nombres, pero eso está llegando a un fin de ciclo y eso hay que saber leerlo. El tema de las coaliciones termina mañana, mañana van a haber precisiones, luego vienen 10 días más, ahí van a empezar a presentarse los candidatos. Mañana, hasta última hora, vamos a ver si se produce esta amplitud y que puede llegar a partir al medio, adjunto por el cambio. Por ende, gran parte del electorado sería, se entiende, para la gente que quiere patear el tablero, y parte de ese electorado, el menor, probablemente siga asistiendo al oficialismo, en la cara probablemente de Daniel Scioli.
Así están dadas las situaciones a minuto político en la Argentina y son momentos cruciales y de definiciones en coaliciones, al menos políticas.