En Argentina bajó en un 34% la tasa de natalidad
29/11/2022 Opinión

En Argentina bajó en un 34% la tasa de natalidad

La estadística corre del 2014 al 2020. Hay un 55% menos de embarazos adolescentes, se destacó en un informe.

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El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento publicó un informe en el que reveló que la Argentina atraviesa el descenso más pronunciado de nacimientos en su historia, con una tasa de fecundidad que bajó un 34% entre 2014 y 2020.

Según el estudio “Odisea Demográfica. Tendencias demográficas en Argentina: insumos clave para el diseño del bienestar social”, se dio esta importante baja porque hay un 55% menos de embarazos adolescentes, por lo que especialistas hablan de que el país está ante la oportunidad de un “bono demográfico” para maximizar los recursos y aplicar políticas redistributivas.

La caída en las menores de 20 años
«En 2019 la tasa general de embarazo en menores de 20 años era de 40,7% sobre 1.000 nacimientos, y en el 2020 bajó a 30,3%. Esto se viene sosteniendo y se explica, como hipótesis preliminar, por la aplicación del Plan ENIA de prevención del embarazo no intencional, con más disponibilidad de equipos y de métodos anticonceptivos, sobre todo en las regiones del NOA y NEA, que eran los que tenían la tasa más alta», aseguró a Télam Valeria Isla, directora nacional de Salud Sexual y Reproductiva (SSR).
«Es una buena noticia porque genera condiciones a nivel macro para una dinámica de desarrollo económico distinta, los países más exitosos son los que tienen menos hijos, porque esto permite que haya más mujeres aportando a la economía de un país. Son más mujeres que deciden su futuro con más oportunidades», aseveró Rofman, quien hace unas semanas realizó una charla TEDx sobre esta temática.

Los especialistas explicaron que las posibles dinamizadores de esta tendencia de menos nacimientos en Argentina tiene que ver con la mayor accesibilidad a tecnologías modernas de anticoncepción, como el implante subdérmico, y a los cambios en las preferencias y conductas sociales y culturales devenidos del auge de los movimientos feministas actuales.

«La decisión de tener hijos es muy particular, se toma más allá de la situación económica. La realidad es que tiene mucho más que ver con una dinámica autónoma de la sociedad. Es una cuestión cultural, difícil de abarcar», aseguró Rofman.

Para Isla, «en todo el proceso de la marea verde y de los movimientos feministas se ha podido instalar la autonomía corporal, alejarse del modelo materno-infantil como único destino para las mujeres».

«Las leyes de interrupción voluntaria del embarazo y la educación sexual integral vinieron a aportar muchísimo, ya que los mismos pibes y pibas las han tomado como bandera», afirmó Isla.