RONCAGLIA: “LAURTA ES UNA MENTE CRIMINAL METÓDICA, QUE ACTUÓ CON PLENA CONCIENCIA DE SUS DELITOS”
octubre 14, 2025
El ministro de Seguridad y Justicia de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, brindó detalles del trabajo policial que permitió detener a Pablo Laurta, ciudadano uruguayo de 39 años acusado del doble femicidio de Luna Giardina y Mariel Zamudio en Córdoba y sospechoso del homicidio del chofer Martín Palacio en Concordia.
Roncaglia destacó el rol clave de la Policía de Entre Ríos en el operativo que culminó con la captura de Laurta en Gualeguaychú, donde además fue rescatado su hijo de cinco años.
“Hubo una mente criminal metódica, que manejó todas las variables y actuó con plena conciencia de los delitos que iba a cometer”, afirmó el ministro.
El primer contacto con el caso se produjo el 9 de octubre, cuando se radicó una denuncia en Concordia por la desaparición de Martín Palacio, chofer que había sido contratado por Laurta. El sospechoso llegó a Concordia el martes 7 y pidió ser trasladado hasta Rafaela, Santa Fe. Sin embargo, las comunicaciones del conductor se interrumpieron horas más tarde.
La familia de Palacio denunció su desaparición en Córdoba y luego en Concordia. Esa misma noche, la Policía de Córdoba halló el Toyota Corolla del chofer incendiado, lo que levantó nuevas sospechas. Días después se conoció que Laurta había asesinado a su expareja y a su exsuegra en Córdoba, y que se había fugado con su hijo menor.
“Una mente criminal planificada”
Roncaglia calificó a Laurta como “una mente criminal metódica, que actuó con planificación y plena conciencia de sus actos”. Según la investigación, cruzó desde Uruguay a Entre Ríos en una piragua, evitando controles migratorios y portando una pistola Bersa calibre .380, presuntamente utilizada en los crímenes.
La Policía uruguaya confirmó que el sospechoso alquiló una cabaña en Salto y practicó navegación antes de cruzar el río. Luego se alojó en un hotel en Concordia, donde inició su secuencia delictiva.
Tras el hallazgo de un cuerpo decapitado y desmembrado en un camino rural cercano a Estación Yeruá, la investigación logró establecer una coherencia entre los movimientos del detenido y el recorrido del vehículo.
“El contexto permite sospechar en un 99% que el cuerpo pertenece al chofer Martín Palacio”, señaló Roncaglia, aunque aclaró que resta la confirmación de la autopsia y el cotejo de tatuajes.
El ministro subrayó que el acusado planificó cada paso:
“Laurta es un criminal. Cometió delitos aberrantes e incluso, si analizamos la preparación de las ejecuciones, manejó todas las variables. Sospechamos que asesinó a Palacio para ocultar lo que iba a hacer después; según el Código Penal, es un homicidio criminis causae”.