El juez dejó su cargo en medio de un fuerte rechazo político y judicial. La Corte vuelve a quedar con tres integrantes.

Manuel García-Mansilla presentó este lunes su renuncia indeclinable al cargo de juez de la Corte Suprema de Justicia, a solo 39 días de haber asumido. La decisión fue comunicada al presidente Javier Milei mediante una carta en la que lamenta la falta de acuerdo en el Senado y la crisis institucional derivada de la vacancia prolongada en el máximo tribunal.

La renuncia se da tras una semana crítica: el Senado rechazó su pliego por amplia mayoría y el juez Alejo Ramos Padilla dictó una cautelar que le impedía firmar resoluciones. La situación dejaba a García-Mansilla en una posición frágil, con un nombramiento objetado y sin facultades para ejercer funciones judiciales plenas.

Desde el Gobierno, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, había defendido su continuidad y presentado un recurso ante la Corte para anular la cautelar. Sin embargo, sin respaldo político ni jurídico suficiente, García-Mansilla optó por dar un paso al costado para destrabar el conflicto.

Con su salida, la Corte Suprema vuelve a quedar integrada por solo tres jueces: Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz. El caso reabre el debate sobre las designaciones por decreto, los límites del Ejecutivo y el rol del Senado en la validación de los nombramientos.