El Ministerio Público Fiscal de Entre Ríos inició una investigación penal para determinar si existieron delitos de índole sexual o situaciones de abuso de poder por parte de un exdocente de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER).
Se trata de un psicólogo rosarino, identificado como Pérez, quien fue docente de la carrera de Psicología hasta 2019 y actualmente cuenta con más de 340 mil seguidores en Instagram. En los últimos días, estudiantes de la UADER difundieron fragmentos de una entrevista en la que el profesional realizó comentarios que generaron repudio y reactivaron testimonios de presuntas víctimas de abuso y maltrato en el ámbito académico.
“Siempre que viene una chica que se autopercibe linda al consultorio, más temprano que tarde te propone pasar a otra cosa en lugar del análisis”, expresó en la entrevista, declaraciones que motivaron la intervención de la Justicia.
Según se informó, la investigación fue iniciada de oficio, a partir de publicaciones en medios y redes sociales, con el fin de esclarecer posibles hechos de violencia de género, abuso de poder o delitos contra la integridad sexual. Desde la Unidad Fiscal de Género recordaron que cualquier persona que tenga información puede acercarse a la sede ubicada en Santa Fe 290, Paraná, donde se garantiza la confidencialidad de los testimonios.
Por su parte, la Facultad de Humanidades confirmó que abrió una investigación interna y recordó que cuenta con el Protocolo de Actuación frente a las Violencias y las Conductas Discriminatorias, vigente desde 2016, así como con el Programa de Género y Derechos que ofrece acompañamiento y asesoramiento confidencial.
En diálogo con Vorterix Litoral, Jessica, estudiante de la facultad e integrante de la agrupación ULLOA, sostuvo:
“Las denuncias empezaron a circular en redes y repercuten en la carrera de Psicología. Son relatos de abuso de poder, violencia de género y maltrato académico. Sabemos que esto atraviesa todas las carreras. Desde nuestra agrupación creemos en las estudiantes que hablaron y las acompañamos. La universidad debe ser un espacio libre de violencias”.
La joven agregó:
“El miedo cambió de bando. No vamos a esperar soluciones mágicas, sino que seguiremos organizándonos para que nadie tenga que elegir entre estudiar y sentirse segura”.








