El Superior Tribunal de Justicia falló a favor de una cadete que fue dada de baja sin fundamentos claros. El caso sienta un precedente sobre violencia de género institucional en la Policía de Entre Ríos.

Una cadete de la Escuela de Oficiales de la Policía de Entre Ríos fue reincorporada tras un fallo del Superior Tribunal de Justicia que reconoció que su expulsión fue arbitraria y motivada por violencia institucional con sesgo de género. La joven había sido separada en 2021 bajo el argumento de “no tener perfil policial”, pese a haber aprobado los exámenes de ingreso y cursado dos años de formación.

El abogado Eduardo Gerard, quien representa a la cadete, denunció desde el inicio una conducta discriminatoria por parte de la institución. El proceso judicial se extendió por más de cuatro años, con medidas cautelares que la escuela desobedeció en reiteradas oportunidades.

El fallo no solo ordena su reincorporación, sino que impone medidas especiales como la evaluación por vedores externos y una capacitación obligatoria al personal docente en perspectiva de género. La resolución también insta a la Policía a realizar una investigación interna para determinar posibles responsabilidades funcionales.

Gerard destacó en SIMPLEMENTE INOCENTES, la fortaleza de su representada, quien atravesó hostigamientos dentro de un ámbito cerrado, jerárquico y hostil. A pesar del temor por regresar, la cadete mantiene firme su decisión de continuar su carrera.

El caso evidencia resistencias estructurales dentro de instituciones jerárquicas al ingreso y permanencia de mujeres, y marca un precedente relevante en la lucha contra la violencia de género en ámbitos estatales.