En el marco del Día Internacional del Mar, la Pescadería Santana —ubicada sobre Avenida de las Américas, a la altura del 3900, en Paraná— abrió sus puertas para dialogar sobre la realidad del sector pesquero local. Javier, dueño del comercio con más de 30 años en la actividad, repasó la oferta, los precios, las variaciones entre pescado de río y de mar, y las dificultades que atraviesa la cadena de comercialización.
Javier contó que la pescadería trabaja mayoritariamente con pescado de río —alrededor del 80%— aunque también comercializan una amplia variedad de productos de mar traídos del sur y del exterior. Entre los precios que mencionó durante la charla: merluza del sur a 12.900 pesos el kilo, atún blanco a 15.900 pesos el kilo, y pescados como salmón rosado y trucha que rondan los 35.000 pesos el kilo por su calidad y procedencia (mucho del salmón es importado de Chile). Además, ofrecen paquetes de frutos de mar de 400 g para dos personas, a 11.000 pesos con impuestos incluidos.
Sobre las diferencias nutricionales y organolépticas, Javier explicó que tanto el pescado de río como el de mar aportan beneficios (omega, hierro, fósforo), aunque reconoció que ciertos productos marinos suelen asociarse a mayores niveles de omega-3. También dijo que el pescado de río suele tener características gustativas y de textura distintas, y que la demanda local se inclina tradicionalmente por especies de río como el surubí o el dorado.
El comerciante advirtió sobre problemáticas que afectan la oferta: la baja de captura en determinados ríos, la presencia de temporales e inundaciones en zonas como el río Uruguay y la presión sobre algunas especies. “Hay temporadas en que el pacú y el surubí no aparecen como antes”, señaló, y remarcó que la comercialización muchas veces se organiza en redes que conectan distintas provincias y puestos de pesca.
En relación al consumo y el bolsillo de los vecinos, Javier reconoció la fuerte suba de precios en los últimos meses y destacó que la pescadería intenta ofrecer opciones para distintos públicos: productos frescos, elaborados en el local y promociones puntuales —por ejemplo, descuentos del 20% al pagar con determinadas billeteras digitales— para facilitar el acceso al producto local.
En el Día Internacional del Mar, la nota en la Pescadería Santana puso sobre la mesa más que una celebración: evidenció la interdependencia entre pesca, precios, clima y hábitos de consumo, y la importancia de valorar y proteger la riqueza pesquera regional.