El río Paraná volvió a marcar una tendencia a la baja y otra vez se ubicó por debajo del cero, situación que enciende las alarmas.
De este modo, si se compara con el registro a comienzos de octubre, el río bajó 16 centímetros en cuatro días, ya que en Paraná la marca era de 0,13 centímetros el viernes pasado.
En este sentido, el río Paraná vuelve a generar preocupaciones en las ciudades ribereñas, tanto por la navegabilidad que se ve comprometida como por las dificultades para extraer agua para consumo humano.
Asimismo, los datos confirman las previsiones que habían alertado desde el Instituto del Agua, que anticipaban semanas atrás un repunte de los niveles y, luego, otra vez una tendencia hacia la baja