La licenciada Luciana Aressi, en diálogo con La Cúpula, destacó que la microbiota no solo reside en el intestino, sino que también se encuentra en la nariz y la piel, entre otros lugares del cuerpo. Sin embargo, la microbiota intestinal es la más diversa y cumple funciones vitales como mejorar la digestibilidad y la absorción de nutrientes. Un desequilibrio en esta microbiota puede resultar en problemas de salud como desgano, baja inmunidad y problemas digestivos.

Además, Aressi aclaró la diferencia entre probióticos y prebióticos. Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos, como ciertos yogures y el chucrut, mientras que los prebióticos son alimentos que alimentan a estos microorganismos, como la fibra presente en frutas, verduras y granos integrales.

Para mantener un intestino saludable, la licenciada recomendó una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, así como alimentos integrales que proporcionan prebióticos. También enfatizó la importancia de consumir yogures naturales, que no contienen aditivos y son más saludables. Aressi concluyó que leer y entender el etiquetado nutricional es esencial para hacer elecciones informadas sobre los alimentos.