En lo que va del año futbolístico, se han confirmado un total de 21 casos de rotura de ligamento cruzado de la rodilla, distribuidos en 10 o 12 clubes distintos. Una situación particularmente impactante ocurrió en el caso de Platense, donde un jugador se lesionó y su reemplazo sufrió la misma lesión apenas 20 minutos después, un hecho sin precedentes.

La preocupación se ha extendido tanto entre los aficionados como entre los profesionales del ámbito médico y deportivo. En diálogo con La Cúpula, el doctor Emanuel Uranga, traumatólogo, manifestó que “la rotura de ligamento cruzado anterior, la más común en el ámbito deportivo, suele ocurrir sin contacto directo con el rival, principalmente durante movimientos de rotación y desaceleración brusca de la rodilla”. Si bien se buscan posibles causas, Uranga señala que la preparación física y la estabilidad muscular deberían ser suficientes en deportistas de alto rendimiento.

Al comparar con otras ligas y deportes, la situación en Argentina resulta preocupante. Se destaca la diferencia en el enfoque preventivo en otras partes del mundo, donde se realizan trabajos específicos de fortalecimiento muscular y prevención de lesiones antes de cada entrenamiento. Uranga también señala un aumento en las consultas de mujeres futbolistas, lo que sugiere una posible falta de preparación física adecuada en ciertos sectores del deporte.

Por último, Uranga enfatiza la importancia de una preparación integral que incluya tanto el entrenamiento con pelota como las medidas preventivas de lesiones. La situación actual genera incertidumbre y el deseo de una pronta recuperación para los deportistas afectados, pero también plantea la necesidad de revisar y fortalecer los protocolos de prevención en el fútbol argentino.