La emblemática travesía ciclística de 77 km, marcando un hito en la celebración de la Semana Santa.
Con 7 ciudades en su ruta, este evento no solo promueve el deporte y el cicloturismo, sino que también se convierte en una oportunidad única para expresar gratitud y renovar la fe.
Cada año, cientos de ciclistas se suman a esta jornada, desde aficionados hasta competidores, creando un ambiente de camaradería y solidaridad. Bajo el lema de” respeto y tolerancia religiosa”, esta travesía no solo une a los amantes del ciclismo, sino que también promueve el encuentro entre personas de distintas creencias.
En diálogo con El Explorador, Aurea Lorena Suárez, manifestó que el “circuito abarca desde Paraná hasta las pintorescas aldeas rurales, la travesía ofrece no solo un desafío deportivo, sino también la oportunidad de crear lazos duraderos y vivir experiencias únicas.