Según diversos estudios, los besos tienen un efecto analgésico y reducen distintos tipos de dolor. Además, combaten el estrés.
Besarse tiene muchas ventajas afectivas y psicológicas. Con los besos, liberamos endorfinas y hormonas, como la dopamina y la oxitocina, que nos ayudan a sentirnos mejor. Esto, además, hace que se alivie el dolor y que se fortalezca el sistema inmunitario por los intercambios salivares que ayudan a crear anticuerpos.
Cuando nos besamos, se producen una serie de cambios físicos en nuestro cuerpo y es que, en la acción de besar, podemos mover hasta 36 músculos y el latido de nuestro corazón puede pasar del reposo hasta la agitación en muy poco tiempo, explica Marina Sangonzalo Candel, especialista en Psicología Clínica del Hospital Quirónsalud Valencia.
Hay estudios que señalan que los besos tienen un efecto analgésico y que reduce distintos tipos de dolor. Según probaron diversos estudios científicos, el beso libera endorfinas, hormonas que nos hacen sentir mejor. Por eso, si tenemos dolor en alguna parte del cuerpo, besarnos no nos curará pero sí nos puede producir una sensación de alivio.
Otro de los beneficios de los besos es que ayudan a reducir el estrés. Según un estudio de la universidad de Lafayette, en Pennsylvania, los besos liberan sustancias como oxitocinas que favorecen los sentimientos de afecto y bienestar pero también disminuyen los niveles de cortisol, considerada la “hormona del estrés”.
¿Más besos y más sexo?
Por otro lado, desde el punto de vista sexual, un estudio realizado en Albany, Estados Unidos, en 2018 concluyó que dar besos profundos durante las relaciones sexuales aumenta las probabilidades de tener un orgasmo. Parece ser que los besos, en este ámbito, son más importantes y sensuales para las mujeres, ya que, en este mismo estudio se señalaba que el 52,8% de los hombres tendrían relaciones sexuales sin antes besarse, frente al 14,6% de las mujeres.
Pero además de todo esto, los besos también tienen efectos positivos para la salud de nuestra boca. “Sabemos que el acto de besar a una persona, aumenta la estimulación de las glándulas salivales, incrementando la secreción de saliva”, informa a Fernando Soria, odontólogo español, quien además dijo que esto es importante porque “la saliva es el protector natural de los dientes, al contener inmunoglobulinas y minerales capaces de tener un efecto de neutralización de ácidos, de remineralización del esmalte y en lubricación de las mucosas”.
Por tanto, si un beso aumenta la secreción de la saliva, es un efecto secundario positivo. Esto es especialmente importante para las personas que tienen sequedad, ya sea por la falta de hidratación, por la utilización de algunos medicamentos o, simplemente, por su propia condición. Con la saliva producida por el beso, estas personas pueden evitar que su boca se reseque.