A nivel país, el promedio en el consumo de yerba es de 6 kilos por persona por año, pero en la provincia es de 8,5 kilos. El mate amargo es el preferido
El consumo de yerba mate sigue creciendo y en lo que va del año ya superó los 213 millones de kilos, entre el mercado interno y exportaciones. Se trata de un producto cuya demanda se sigue incrementando y también siguen en alza su oferta: según informó el Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM), lo elaborado con destino al consumo argentino fue de 25.501.887 kilogramos en agosto, mientras que las exportaciones aportaron 3.899.342 kilos. Con relación a la cosecha, el registro del ingreso de materia prima a los secaderos refiere que durante ese mismo mes se cosecharon 144.371.815 kilos de hoja verde.
En esta tendencia, Entre Ríos se destaca por tener un consumo de este producto superior al de la media del país. Así lo confirmó Andrea Venturini, sommelier de yerba mate y periodista de Paraná, quien señaló: “La media a nivel país son 6 kilos de yerba mate por persona por año; y los entrerrianos consumimos 8,5 kilos por habitante al año. En la provincia tomamos más mate, más cantidad de veces, y no tenemos un horario. Es decir, no se toma el mate cuando te levantas, y después a la media tarde y a la nochecita, sino la particularidad de los entrerrianos es tomar mate todo el día, todo el tiempo, y entonces constantemente estamos cambiando la cebadura de la yerba”.
Acerca de por qué sigue creciendo el consumo de yerba mate en términos generales en la Argentina, analizó: “Eso tiene una explicación. Primero, que los mates ya no son comunitarios como era previo a la pandemia, entonces se utiliza más cantidad de yerba. Generalmente se prepara más de un mate por grupo de personas”.
A su vez, analizó: “Además, tiene que ver con el descubrimiento de los potenciales que tiene la yerba mate: desde 1992 se empezaron a estudiar científicamente los componentes de la yerba mate y su incidencia en la salud y se descubrieron múltiples beneficios. Por ejemplo, los polifenoles que son antioxidantes y actúan contra el envejecimiento; o la cafeína o mateína que te mantiene en un estado de alerta o es energizante, sin llegar a tener las dosis que tiene un café, por ejemplo, entonces no es nocivo, manteniéndote en estado de vigilia. Además, es neuroprotector y digestivo, y se está utilizando en tratamientos para enfermedades como el Alzheimer justamente por la posibilidad que tiene de mantener o de propiciar la buena conexión entre las células. Y es también un súper alimento porque tiene vitaminas, fósforo, magnesio, potasio”.
“Todo este descubrimiento de los potenciales sobre la salud de la yerba mate generó un mayor consumo interno, y también en Uruguay y en Paraguay, donde se toma mate como infusión en el cuenco y con la bombilla. Y a nivel exterior también aumentó la demanda de varios países para tener la yerba mate dentro de sus alimentos, aunque no lo toman de ese modo”, afirmó.
Hábitos y preferencias
El INYM reveló que los envases de medio kilo mantienen la preferencia de los consumidores, como viene ocurriendo hace años: durante agosto los paquetes de medio kilo representaron el 55,28% de las salidas de molinos al mercado interno; con el 38,55% se ubicaron los paquetes de un kilo, con el 1,47% los envases de dos kilos, y con el 0,78% los de cuarto kilo.
Sobre este punto, Andrea comentó: “Esto se había modificado durante el tiempo de la pandemia y los preferidos eran los envases de cuarto kilo, porque se podían trasladar o se los podía tener más a mano”.
Si bien aclaró que no hay diferencia de sabor según el empaquetado, sostuvo que hay ventajas en los paquetes de menor tamaño en torno a la conservación: “Los paquetes de medio kilo son más caros y el kilo te sale un poco más económico, pero con los envases más chicos hay que tener menos precauciones para conservar la yerba, porque se te termina más rápido con esta presentación. El paquete de kilo es más propenso a que se humedezca, si no lo dejas en un buen lugar corres el riesgo de que adopte algún aroma de algo cercano, como el jabón en polvo o algún condimento. Entonces, para la manipulación, los preferidos siempre son los de medio kilo, y los de cuarto lo fueron en la pandemia”.
Con respecto a la consigna de no compartir el mate para evitar el contagio del Covid a partir de 2020, que modificó drásticamente uno de los hábitos argentinos más difundidos, que es el de compartirlo con amigos, familiares, allegados y hasta desconocidos, al menos hasta hace unos años atrás, comentó: “Es una particularidad que tiene el mate en Argentina. No obstante, después de la pandemia hay recaudos que la gente incorporó, y aunque se comparte nuevamente, ya no se hace con desconocidos. Se sigue compartiendo en círculos muy escuetos, muy pequeños; como cuando alguien lo comparte con los compañeros de trabajo, que siempre son los mismos, o con su familia”.
Asimismo, observó: “Antes había un mate en toda la familia y lo usaban todos, pero en la pandemia y la pos pandemia ha habido más ventas de cuencos de mate y de equipos que antes. No digo que hay un mate por persona, pero hoy hay más de un mate por cada una de las familias”, añadió.
Por otro lado, hizo referencia a las preferencias de los entrerrianos: “En Entre Ríos se toma más mate amargo que dulce, excepto en algunas zonas donde hay fuerte pisada de los inmigrantes, como por ejemplo en Crespo, que lo toman amargo, pero se endulzan la boca con los terroncitos de azúcar o con el caramelo. Pero en general el mate preferido en la provincia es el mate cimarrón, el mate amargo que se toma en calabaza, a una temperatura de 85° o 90°. Eso es lo que más tomamos nosotros, y siempre se opta más por el mate caliente que el tereré. Se toma mate caliente todo el año, aun cuando tenemos temperaturas más altas, si bien hay cada vez más consumo de tereré por parte de los más chicos”.
También Norma Levrand, investigadora del Instituto de Estudios Sociales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), se refirió a este tema y concluyó: “Hay muchas posibilidades en los modos de tomar mate en la provincia y se han encontrado distintas tradiciones. En esto hubo una hibridación de tradiciones en Entre Ríos y se puede encontrar en la bibliografía que predomina un mate cimarrón, que es el mate amargo. Aunque también en los últimos años eso ha variado y se han incorporado otras variedades de mate, como el mate de té, el mate de pomelo, de leche, o como distintas variedades que, además, sumado a algunas que han aparecido en las últimas décadas también han diversificado los modos de consumo del mate: como el tereré, que es una variante con agua fría”.
Fuente: UNO