Esta técnica, guiada por ecodoppler, ofrece una solución menos quirúrgica para afecciones venosas como las várices y problemas vasculares en la pelvis
En la constante búsqueda de alternativas menos invasivas y más efectivas para tratar enfermedades vasculares, la técnica de ecoesclerosis con espuma se ha convertido en una opción cada vez más popular.
El doctor Damián Cantero, cuenta que la ecoesclerosis con espuma es una técnica derivada de la escleroterapia que se utiliza como alternativa a los tratamientos quirúrgicos tradicionales y procedimientos endovasculares, como el láser y la radiofrecuencia. Su principal ventaja radica en la capacidad de tratar afecciones vasculares sin necesidad de cirugía.
Cantero expresó que “el procedimiento implica la creación de una espuma a partir de una sustancia específica mezclada con oxígeno ambiental. Esta espuma se inyecta en la vena afectada bajo la guía de un equipo de ecografía. Una vez dentro de la vena, la espuma desencadena procesos químicos en las capas internas de las venas, lo que lleva a un proceso inflamatorio y eventualmente a la fibrosis”. Esto se asemeja a la aplicación de un “pegamento” en las paredes de la vena, lo que reduce su tamaño y mejora el flujo sanguíneo.
Una característica importante de esta técnica es su uso de oxígeno, que se ha demostrado que desplaza los glóbulos rojos adheridos a las paredes internas de las venas, lo que facilita la acción del esclerosante y permite su uso en concentraciones más bajas.
La Ecoesclerosis con Espuma se utiliza principalmente para tratar enfermedades vasculares venosas, como várices, hemorroides y várices vulvares. Aunque cada caso es único, generalmente se requieren una o dos sesiones de tratamiento para lograr resultados satisfactorios. Es importante destacar que se necesita un seguimiento médico posterior, incluida la compresión con una banda elástica, para garantizar la efectividad del procedimiento.