Durante este encuentro, varios presidentes expusieron sus perspectivas sobre diversos temas, destacando la intervención de Luis Ignacio Lula da Silva, presidente de Brasil. La mayoría de los líderes coincidieron en la urgente necesidad de abordar la deuda que los países industrializados tienen con naciones consideradas “menos desarrolladas” en términos de industrialización y recursos económicos.

Eleonora Gosman, periodista especializada en geopolítica, compartió sus reflexiones sobre la intervención de Lula da Silva en la Habana, Cuba. Gosman destacó que la principal demanda de los presidentes presentes fue la lucha contra el cambio climático y la necesidad de que los países más ricos cumplan con sus compromisos en este ámbito. Además, resaltó la importancia de preservar el Amazonas, un activo crucial para múltiples países de la región.

Gosman también mencionó que Lula da Silva abordó otros temas, como la Revolución digital y la transición energética, que se han vuelto esenciales en la agenda global. La transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles es un objetivo compartido por muchos países en desarrollo, incluyendo Argentina y Brasil, donde se están impulsando proyectos de energía solar y eólica.

En cuanto a la reforma de organismos internacionales, Lula da Silva hizo hincapié en la necesidad de una gobernanza global más equitativa. Planteó la idea de modificar el sistema de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, permitiendo la entrada de nuevos miembros como Brasil e India, países que están en proceso de desarrollo avanzado y que podrían aportar una perspectiva fresca a la toma de decisiones globales.

En otro contexto, se mencionó el cambio de nombre de la India a “barat”. Si bien este cambio parece menor, refleja un movimiento hacia una denominación más autóctona y culturalmente relevante. La palabra “barat” tiene sus raíces en la lengua hindi y se refiere a la región frente a la antigua India.

Este ajuste en el nombre de la India también se relaciona con la noción de que las naciones están buscando identidades y narrativas propias en la arena internacional, algo que ya se observó anteriormente con Holanda y los Países Bajos.