En contraposición a la postura de Javier Milei, la cual aboga por la dolarización de la economía, esta propuesta propone un enfoque diferente. Los críticos de la propuesta de dolarización argumentan que no solo es inviable debido a la necesidad de aval de Estados Unidos, sino que también choca con la Constitución argentina, que establece la existencia de un Banco Central para respaldar la moneda nacional.

El proyecto presentado por el equipo de Patricia Bullrich y respaldado por destacados economistas, incluido Carlos Melconian, plantea un cambio estructural en la economía del país. La propuesta se enfoca en la estabilidad macroeconómica, la reforma del Estado y la promoción de la inversión y el empleo privado. Se busca reducir la tasa de inflación y lograr el déficit cero a través de medidas como una nueva política fiscal, la gestión de la deuda pública y la modificación del régimen cambiario.

Los expertos reconocen que la implementación de esta propuesta requerirá consideraciones iniciales, como las reservas netas y los acuerdos internacionales, especialmente con el FMI. Se destaca la importancia de institucionalizar la bimonetariedad en Argentina y crear condiciones favorables para la inversión y el crédito local. La propuesta también busca simplificar la maraña regulatoria del mercado financiero y la Comisión Nacional de Valores. La iniciativa plantea un desafío importante para el próximo gobierno, que deberá equilibrar las políticas económicas y las transiciones necesarias para llevar adelante estos cambios.