Uno de los temas clave abordados fue la relación entre la estabilidad económica y la estabilidad emocional. Se resaltó cómo la economía y la percepción de seguridad financiera pueden impactar directamente en el bienestar mental de las personas. Ante esto, la licenciada Michel enfatizó la importancia de identificar pensamientos catastróficos y extremos, como el temor a perder el empleo o los ahorros. Reemplazar estos pensamientos por enfoques más realistas y constructivos permite tomar medidas proactivas para enfrentar la situación.

La licenciada Michel señaló que “en estos momentos de cambio, es común que los eventos presentes despierten recuerdos y temores relacionados con el pasado histórico de un país. Estos sentimientos pueden revivir heridas y preocupaciones previas, generando una sensación de inseguridad y malestar”.

Michel recomendó identificar y desafiar estos pensamientos negativos, así como adoptar una mentalidad más flexible y adaptable. Se subrayó la importancia de prepararse para distintos escenarios, manteniendo la mente abierta a nuevas oportunidades y posibilidades.

En relación con la resistencia al cambio, se habló sobre cómo las generaciones más jóvenes tienden a adaptarse más fácilmente a las transformaciones y a enfrentar el futuro con menos temores. La licenciada Michel sugirió que “los jóvenes pueden estar más dispuestos a desprenderse de las situaciones que no les benefician y a adoptar una mentalidad más positiva y abierta al cambio”.

La psicóloga destacó la necesidad de adquirir herramientas para lidiar con el estrés y la ansiedad. Se mencionaron hábitos como la meditación, las pausas activas y la conexión con la naturaleza como formas efectivas de mantener un bienestar emocional constante. La licenciada Michel subrayó que “el autocuidado diario es fundamental para enfrentar las adversidades y mantener la calma en momentos de crisis”.