Las fiestas temáticas narco, un fenómeno cultural de la mafia
19/08/2022 Policiales

Las fiestas temáticas narco, un fenómeno cultural de la mafia

Una torta con el mensaje "Plata o plomo" y dólares truchos como cotillón. Los símbolos del terror que se vive en Rosario, se usaron para decorar un cumpleaños.

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Un especialista explica por qué la estética narco genera tanta adhesión entre los más jóvenes.

En el salón hay una torta que tiene un mensaje: “Plata o plomo”. El cotillón lo configuran dólares con la cara de la cumpleañera, que para la foto simula que esnifa una línea de cocaína que aparece sobre el pastel, con un canuto hecho con los billetes verdes. También hay sombreros con el lema “Plata o plomo”: la consigna que dejan los soldaditos narco cuando comienzan una extorsión, un mensaje que va a la par de las balas que agujerean los frentes de los negocios o las casas de los destinatarios. Ese terror que genera hoy en Rosario ese mensaje se usó en una fiesta de cumpleaños, de gente presuntamente vinculada al mundo criminal, que hizo este festejo temático en un club en el barrio La Tablada, Rosario, donde una fuente de la zona suministró las fotos
Efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) investigan quiénes participaron de esta celebración, que no configura ningún delito, si todo lo que se muestra es ficticio, pero que podría haber reunido a eslabones de bandas de la zona que realizan en balaceras.

La fiesta temática “narco”, como señala uno de los carteles que aparecen en la escena de este festejo, no es más que una anécdota en esta geografía arrasada por los crímenes y la violencia que supura del negocio de la droga, pero marca la penetración cultural del negocio de la violencia y de la mafia en jóvenes que prefieren divertirse con algo que genera dolor y desolación en los barrios rosarinos, como La Tablada. Desde hace tiempo empezó a verse en Rosario este fenómeno del festejo alineado con una estética narco, con disparos de ametralladora al aire y homenajes a los muertos. En noviembre pasado, AIRE publicó en exclusiva detalles de la megafiesta que hicieron familiares de la banda de Los Monos para celebrar el nacimiento de Claudio Cantero, alias Pájaro, uno de los líderes de esa organización que fue asesinado el 26 de mayo de 2013, una muerte que hizo detonar la llamada guerra narco, que impacta hasta el día de hoy. En la celebración participaron mas de 200 personas. Es un rito que se hace cada año para recordar al líder de la banda narco de Rosario. Los organizadores de esa fiesta fueron detenidos meses después, como Lorena Verdún, viuda de Pájaro, quien está alojada en el penal de Ezeiza, y Luciano Cantero, hijo del fallecido líder de Los Monos, que fue detenido con un arsenal y acusado de un homicidio. Los cotejos de las armas que realizó la AIC dieron como resultado que varias de esas “herramientas” –como se las llama en la jerga narco- se usaron en el ataque desenfrenado contra un patrullero el 25 de diciembre en el barrio Las Flores. El móvil policial fue agujereado de mas de 50 balazos e increíblemente ninguno de los dos policías que iban en el patrullero resultaron heridos.

La cultura narco, que se expresa a través de las fiestas y también la música, como el trap, es parte también del negocio. “No se puede pensarlo de forma separada”, ensayó el psicólogo y escritor Horacio Tabares, de la ONG Vínculos, que trabaja en el tema desde hace décadas. Sirve para generar fascinación en algunos jóvenes que tienen como modelo de liderazgo a los referentes de bandas narco. Estas expresiones de un ambiente social, que no sólo se mueve con la violencia extrema, sino también con expresiones culturales, que por ejemplo se manifiestan en La Previa, un after ubicado en Laprida al 6300, Rosario. Ese lugar, según fuentes consultadas, pertenece a miembros de Los Monos. Las reuniones se realizan en un galpón donde a veces hay música en vivo o DJ. Los tiroteos son frecuentes y los vecinos saben que no hay que meterse con los organizadores ni llamar al 911. Los problemas mayores los enfrentan los maestros y los padres y madres de los alumnos de la escuela Estanislao López, que está ubicada a unos metros de allí. Ese galpón gigantesco, que hace más de una década era un taller metalúrgico, se conecta con una cancha de fútbol, que sirve de patio al after y de estacionamiento de autos de alta gama que usan los que frecuentan La Previa. “No se puede hacer nada. La policía ya no viene más por esta zona cuando se hacen las fiestas. Siempre se escuchan tiros”, señala una vecina que vive en la misma cuadra.

Emi y Tincho, dos raperos que conforman el grupo La Realeza, se hicieron conocidos por homenajear con sus letras al Pájaro Cantero. Los músicos actuaron en la última fiesta en honor al líder de Los Monos, que se hizo en la cancha de fútbol que construyeron los Cantero hace casi una década en el barrio La Granada, y donde cada vez que está en Rosario va a jugar picados el futbolista Ever Banega. “Pájaro ya no está en el nido, nadie estaba listo para su partida. Lo único que a Dios le pido es recordarte toda la vida. Porque no se muere quien se ha ido, no, se muere quien se olvida”, dice el tema que compusieron estos jóvenes, que grabaron un videoclip en el que aparecía un policía en actividad. “Estos jóvenes son instrumentos del narco, que busca chicos con escasa formación, pobres, marginales, que muchas veces no tienen ni siquiera capacidad para evaluar una situación de riesgo extremo y cuya expectativa de vida no supera los 25 años”, considera Tabares, psicólogo que estudia el fenómeno del consumo de drogas y violencia desde hace más de dos décadas. Tabares, que dirige la ONG Vínculos y es autor de varios libros, entre ellos Vulnerabilidades, orden social y consumos, señaló que “es un error pensar el problema narco sin observar el fenómeno cultural que genera, con jóvenes que aspiran a tener un arma y una moto que los prestigia en esos ámbitos absorbidos por el negocio de la droga”. Y destaca otro punto que marca las diferencias. “Al que trabaja, al que se esfuerza por salir delante de manera lícita, se lo trata de gil”, apunta.

“Hemos investigado en algunos barrios de Rosario, donde se da una situación de desamparo social, simbólica, tutelar y cultural que la aparición del narco se transforma en un espejo en el que se reflejan profundos deseos. Se refleja en una vida rumbosa, con acceso al dinero, a coches y mujeres atractivas que cala en los deseos de los pibes”, reflexionó el psicólogo Horacio Tabares, director de Vínculo, autor del libro “Drogas. Debate sobre políticas públicas”. Tabares cree que el narco ganó la batalla primero en los barrios en el plano social y económico, y ahora lo está haciendo en la profundidad de lo cultural. “Los chicos se nutren de historias que configuran una trama cultural que determina su comportamiento en el que no hay límites difusos entre lo legal e ilegal”, señala Tabares, que agrega que “la cultura narco tiene como principal aliada una cultura consumista y efímera”. El investigador señala además que “el aspecto cultural de este fenómeno no es tenido en cuenta, porque sólo se mira al fenómeno narco desde el punto de vista de la seguridad y eso en un error muy grave, porque la penetración cultural es muy profunda”. Tabares señala que “la fuerza narco tiene un talón de Aquiles que se asienta en que su forma de vida y la violencia que generan es algo repudiado por la mayoría de la gente, a pesar de que parece que todos quieren ser soldaditos. Pero ellos están organizados, aunque de forma precaria, y no así la gente que vive en los barrios. Eso es lo que da desesperanza y miedo”.

Fuente: www.airedesantafe.com.ar

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