Seis iraquíes fueron detenidos en el aeropuerto internacional de Ezeiza por orden del juez federal Federico Villena luego de que se detectara que viajaban con pasaportes falsos. Los detenidos estaban por subirse a un avión de KLM, con destino a Amsterdam.

Ante una alerta de la Dirección Nacional de Migraciones, el personal de la PSA se comunicó con el juzgado federal de turno, a cargo de Villena, quien ordenó la detención de los seis iraquíes en calidad de incomunicados y que se realice una compulsa con el sistema del Registro Nacional de Reincidencia e Interpol. Además, como suele ocurrir en estos casos, se secuestró la documentación de todos los involucrados.

Los iraquíes venían de Brasil y estaban intentando ingresar a Europa, dijo una fuente. Ahora quedaron alojados en una dependencia de la PSA mientras se define su situación procesal.

Algunos de los detenidos fueron identificados como Sozan Edo, (pasaporte A15910283), Massod Faeedi (pasaporte A9068590), Salma Al Saleem (pasaporte A17106980), y Saad Qolo (pasaporte A19263910), entre otros.

Federico Villena es el mismo juez que interviene en el caso del avión de Emtrasur retenido en Ezeiza desde el 8 de junio. En ese expediente, el juez autorizó la salida de 12 de los 19 tripulantes (11 venezolanos y 1 iraní), y hasta les devolvió sus pasaportes, pero la medida no se hizo efectiva porque fue apelada por la fiscal del caso, Cecilia Incardona. Ahora deberá definir la Cámara Federal de La Plata.

El caso del iraní no identificado y declarado refugiado
El joven de 27 años, supuestamente iraní, detenido en Concepción del Uruguay desde el 24 de junio -cuando compraba un pasaje con un documento ajeno- permanece arrestado y aún no pudo ser identificado. La Justicia Federal le confirmó a AHORA que estarían cerca de poder resolver su situación, pero lo cierto es que el muchacho, 44 días después de haber sido puesto a disposición, sigue aprehendido.

Pablo Seró, juez Federal de Concepción del Uruguay manifestó brevemente: “En breve tendremos un poco más de claridad”.

Una de las posibilidades, manifestada por la defensora oficial, Julieta Elizalde, es que el detenido sea considerado refugiado.