“Luego de la audiencia en Dirección de Trabajo, vemos de buena forma la conciliación. Hay un compromiso de parte de ellos de ver alguna alternativa”, indicó y agregó: “hay un abanico de posibilidades. Salir del cierre, otro local, o vender la llave”.

En ese marco, contextualizó que el problema comenzó con los dueños desde lo económico: “lo más fácil es mandar 60 telegramas y cerrar. Lo mejor sería buscar una alternativa”. De esta manera, la opción que más suena es la de la venta de la empresa.

La conciliación obligatoria da cuenta de que la empresa no puede despedir trabajadores pero estos tampoco pueden tomar medidas de fuerza.