El analista económico, Waldo López, conversó con La Historia Continúa sobre la situación en su país.
Bolivia acaba de convertirse en importador neto de combustibles después de treinta años de haber sido neto exportador, sobre todo de gas natural a Argentina y Brasil. Las exportaciones de gas hacia esos países entre enero y abril, dice el Instituto de Estadísticas, produjeron ingresos por 910 millones de dólares, mientras las importaciones de gasolina y diésel costaron 985 millones.
Esto ha provocado que Bolivia tenga que reducir los volúmenes de gas que debe enviar a Brasil, y optó por enviar esos volúmenes hacia Argentina, y ahora tiene que pagar una multa a los brasileños.
Los expertos dicen que la tendencia de esas dos curvas del comercio exterior podría acentuarse porque la producción de gas está en descenso y obligó a la reducción de los volúmenes de exportación, mientras las importaciones siguen creciendo.
“El gobierno mantiene un monto fijo que estabiliza la inflación. Cerró en 0.9% el año pasado”, indicó y agregó: “se les están acabando los recursos y ese es el tema”.