Sin embargo, algunos médicos difieren de este número y aseguran que cada edad o condición física hace que no sea tan así en todos los casos. No es lo mismo la caminata de un niño que la de un adulto, por ejemplo.

En la actualidad, gracias a los avances tecnológicos, ya no es complicado conocer el número de pasos que damos diariamente. Las pulseras de actividad, los relojes inteligentes e incluso los dispositivos móviles calculan cuánto andamos en cada jornada e incluso envían gráficos con los datos. A pesar de toda esta información, muchas personas se preguntan si esto sirve de algo y si los pasos que consultamos son un indicativo de buena o mala salud. Además, esos 10.000 pasos que la mayoría de aplicaciones o dispositivos también marcan como recomendables, ¿se basan en algún fundamento científico o es una cifra aleatoria?

Caminar es un ejercicio simple que se encuentra al alcance de todos. Un buen plan es dar un pequeño paseo o incluso sustituir el transporte público o auto a la hora de ir al trabajo. Si bien se trata de una actividad saludable, lo ideal es complementar con algún deporte. Pero, si esto no se puede, el simple hecho de caminar y dejar a un lado el sedentarismo es fundamental.