Por la ola de calor y consumo energético, la Argentina importó este viernes electricidad del sistema de Brasil. En la tarde de esta jornada hubo nuevos cortes en el país, y en Paraná, se sintió en plena siesta.

A las 12.41 de hoy la Argentina empezó a importar energía eléctrica desde Brasil para cubrir el pico de demanda en medio de una ola de calor que se extendió toda esta semana y que llevó a la temperatura en torno a los 40 grados en varios puntos del país. El sistema de intercambio, pensado para compensar faltantes de energía, se puso en funcionamiento poco antes de que la demanda de electricidad alcanzara un nuevo récord histórico según datos de Cammesa.

Según informaron fuentes de la Secretaría de Energía, poco antes de las 13 la Argentina empezó a importar energía brasileña. Tal como detallaron desde la dependencia que conduce Darío Martínez, en ese momento el intercambio era de 490 MW aproximadamente.

El sistema de intercambio no implica un pago a Brasil por la energía consumida. Los dos países compensan los préstamos que se piden luego de recurrir a la capacidad de generación del otro. “Se devuelve la semana que viene”, cuando se espera que las temperaturas bajen en Buenos Aires y otros puntos del país que hoy experimentan una ola de calor.

“Tuvimos que subir un poco por un tema de reserva de potencia reactiva en los compensadores sincrónicos de Ezeiza, bajando Comahue se descargan y para eso tuvimos que subir algo Brasil. Para balancear al sistema”, explicó la misma fuente a Infobae.

A las 14.10 los datos de Cammesa mostraban que la demanda eléctrica al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) alcanzaba los 28.132 MW, un nuevo récord histórico. El récord anterior duró poco: fue el día previo, jueves 13 de enero, cuando a las 15.14 se había alcanzado un pico de 27.550 MW.

Tarde de terror

Por tercer día consecutivo, este viernes a la tarde en la capital entrerriana y otras localidades, se resintió el servicio energético, que llevó a producir cortes entre las 14,30 y las 15,30.

La temperatura rozaba los 40°, pero además, la situación en distintos sectores de la capital entrerriana, se complicó no solo por la falta de energía, sino también por la ausencia de agua.