En medio de la tensión con el FMI, los bonos tuvieron un mal comienzo de año y el Riesgo País superó los 1.800 puntos básicos.
Los bonos argentinos sufrieron pérdidas de hasta 8% en la primera semana de 2022, en medio de la tensión entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la falta de consenso en torno al sendero fiscal que debe seguir Argentina en los próximos años. Por el contrario, las acciones operaron en positivo debido al impulso del sector financiero y el energético.
Los títulos soberanos en dólares que más cayeron en las últimas dos jornadas, tras la reunión del miércoles entre Martín Guzmán y los gobernadores, fueron los más cortos. El bonar AL29 se derrumbó 3,3% el jueves y otro 3,6% este viernes. Este activo quedó en el podio de los más golpeados de la semana (-6,1%), detrás del bonar AL30 (-6,9%) y el global GD35 (-8%).
En este contexto, el Riesgo País supera los 1.800 puntos básicos por primera vez desde el 1° de diciembre, al trepar este viernes 0,8% y ubicarse en las 1.801 unidades.
Portfolio Personal Inversiones señaló en un informe que el precio promedio ponderado de los bonos globales perdió casi todo lo que había recuperado en diciembre y “se ubica ahora a solo +5,7% de los mínimos post reestructuración (verificados en noviembre de 2021)”.
El miércoles en Casa Rosada, el ministro de Economía Guzmán reveló que “el sendero fiscal es el aspecto medular de las negociaciones con el FMI y donde hasta ahora aún no hay acuerdo”.
Desde el Gobierno pretenden una reducción gradual del déficit “compatible con la sostenibilidad de la deuda pública y una redefinición del gasto público”, y apuntalada fundamentalmente por la vía “virtuosa” de la recuperación económica, para llegar a un equilibrio fiscal aproximadamente en 2027. Mientras tanto, desde el organismo multilateral de crédito pretenden un recorte del gasto en términos reales para el corto plazo.
“El Fondo pide una política de ajuste que el Gobierno argentino no está dispuesto a llevar adelante porque compromete al pueblo argentino y su posibilidad de crecer y desarrollarse”, afirmó la portavoz de presidencia, Gabriela Cerruti, en la primera rueda de prensa del año. “Esperamos que se pueda resolver lo antes posible (…) Argentina no va a entrar en default”, agregó.
La propuesta argentina plantea además la necesidad de llevar a cabo “una política fiscal contracíclica para apoyar la recuperación en curso, mejorar la focalización del uso de los recursos del Estado, impulsar el gasto de capital, Educación, y Ciencia & Tecnología, para aumentar los multiplicadores de corto plazo y el crecimiento a largo plazo y un fortalecimiento de la administración tributaria que incremente la progresividad”.
Donde sí hubo acuerdo hasta ahora con el Fondo fue en la necesidad de reducir el financiamiento del déficit con emisión, y en establecer varios instrumentos para atacar la inflación, que contemplen no solo una menor emisión sino también un incremento en las exportaciones y acuerdos de precios para coordinar expectativas.
El Gobierno también se comprometió a establecer tasas de interés reales positivas, camino que ya parece haber comenzado, y a tener un tipo de cambio real consistente con el superávit comercial, la acumulación de reservas y la regulación de la cuenta financiera.
“Se esperaba que, dada la situación apremiante de las reservas y los próximos compromisos de pago de deuda, actuaran como catalizador para que se avance en un acuerdo con el FMI. La realidad es que por el momento no hay señales del acuerdo”, sostuvo la consultora Delphos Investment.
Acciones
Mientras tanto, luego de caer en la rueda previa, la bolsa porteña se recuperó este viernes mediante compras selectivas prudentes tras la reconfiguración de los instrumentos de política monetaria que dispuso el Banco Central (BCRA).
El S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) rebotó un 0,7%, a 84.432 unidades, y en la semana anotó una mejora del 1,1%. Las ganancias fueron encabezadas por el sector energético, en una semana con importantes aumentos en el precio internacional del petróleo, y por el sector financiero, favorecido por la suba de tasas del BCRA.
Los ADRs operaron esta jornada con mayoría de subas en Wall Street, aunque en el acumulado semanal operaron más bien en negativo, con desplomes cercanos al 20% en las acciones de Globant y Mercado Libre.
Vale recordar que en EEUU los funcionarios de la Fed se acercaron a un endurecimiento de su política monetaria en su última reunión de diciembre, lo cual implicaría una reducción en sus tenencias de activos y una suba de tasas antes de lo esperado. Esto impulsa a los papeles de los bancos pero perjudica a las denominadas acciones “de crecimiento” como las del sector tecnológico.
En el plano local, el Central elevó este jueves desde el 38% hasta el 40% el rendimiento nominal anual (TNA) de las Leliqs. En términos efectivos, el retorno anual (TEA) sería del 48,3%, una cifra que todavía pareciera insuficiente para ganarle a la inflación, teniendo en cuenta que el aumento de precios esperado para 2022 es del 52,1%, según el último REM.
Asimismo, la entidad que conduce Miguel Ángel Pesce aumentó también las tasas de plazos fijos, determinó la eliminación progresiva de los pases pasivos a siete días, y creó una nueva Leliq a 180 días, con una TNA del 44% y una TEA del 48,9%.
“Se trata de un paso muy pequeño en un largo camino hacia la normalización monetaria y financiera. El crecimiento de la liquidez sigue siendo extraordinariamente alto: desde una base monetaria estrecha hasta agregados monetarios más altos como el M3 (que incluye circulante en poder del público, depósitos a la vista y plazos fijos)”, dijo Alberto Ramos, analista de Goldman Sachs.
“En gran medida, la autoridad monetaria perdió la capacidad de controlar la liquidez interna ante la necesidad de cubrir grandes montos de financiamiento fiscal vía emisión”, agregó.
Fuente: Ambito.com