El banderazo por la Memoria Trans, que durante cuatro meses recorrió las provincias para homenajear a las víctimas de discriminación y crímenes.
El banderazo por la Memoria Trans, que durante cuatro meses recorrió las provincias para homenajear a las víctimas de discriminación y crímenes por cuestiones de género, visibilizar esos casos de violencia y pedir justicia en todo el país, llegará este fin de semana a su máxima expresión con una marcha desde la Casa Rosada al Congreso, la colocación de una placa en el Espacio Memoria y Derechos Humanos y una presentación en Tecnópolis.
La movilización, que comenzó en julio en Santa Fe, cruzó las distintas regiones argentinas con una enorme bandera celeste, blanca y rosa de 15 metros de largo y más de 7 de ancho en la que dirigentes de cada provincia anotaron los nombres de las personas trans/travestis asesinadas o desaparecidas y que, según los organizadores, será presentada también durante la “marcha de las candelas” que se realizará el sábado 20, Día Internacional de la Memoria Trans.
Esa movilización, que se realizará a partir de las 18 desde la Casa de Gobierno al Congreso Nacional, se convertirá en la actividad central del Banderazo aunque los organizadores recordaron que luego quedará pendiente completar el recorrido patagónico por Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego en lo que resta de noviembre.
Una de las últimas actividades de la marcha, que cuenta con el apoyo del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, se realizó este miércoles en la plaza Moreno de la ciudad bonaerense de La Plata, donde los manifestantes pidieron justicia por los transfemicidios, travesticidios y un mayor reconocimiento de los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
Como corolario de la manifestación, Valentina Pereyra, activista trans feminista e integrante de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar), dijo a Télam que “hay que recordar y no olvidar todo lo que pasamos por el solo hecho de ser trans, toda esa violencia” que las lleva a tener una expectativa de vida de 40 años, por lo que señaló que “hay una falta de políticas públicas para ese sector”.
En el inicio del Banderazo, María Belén Correa, presidenta del Archivo de la Memoria Trans, explicó a Télam que la bandera se mudaba “semanalmente de provincia y en cada una habrá un acto donde se van a hacer reclamos locales además de escribir en la tela los nombres de las distintas personas muertas”, acción que comenzó en la ciudad de Santa Fe, con los primeros 35 nombres de “integrantes de nuestra gran familia trans” que ya no están.
Luego, hubo un acto numeroso en el Monumento a la Bandera en Rosario, tras lo cual la bandera siguió su derrotero hasta la ciudad de Paraná.
Desde Entre Ríos, la activista travesti Iara Quiroga dijo a esta agencia que “tenemos un país que tiene leyes que son las mejores del mundo pero todavía falta mucho, rehacer todo como sociedad”.
A su paso por la capital entrerriana, el banderazo se manifestó con carteles, pancartas y una gigantografía en el ingreso al edificio de Tribunales, donde se reclamó por la muerte de Victoria Núñez, una trans de 27 años que falleció tras una discusión con su pareja y de la intervención de la policía, y recordaron a otras víctimas asesinadas como Jésica Benavides (33), Lucía “La Loba” Barrera (37) y Gabriela Cuello (45).
Quiroga remarcó que al colectivo trans “le falta tener un buen acceso a la salud, educación, y vivienda” porque, dijo, de esa manera “se podrá crecer como sociedad” dado que ahora “la comunidad trans es el último eslabón de la sociedad y la que siempre recibimos menos”.
En agosto, cuando el banderazo llegó a Santiago del Estero, hubo una manifestación en la zona del Estadio Único y el Puente Carretero, con gran cantidad de militantes.